29 de agosto de 2012

The Freedom Song



Me subí al colectivo, sabiendo que iba a llegar temprano; nunca tardo más de quince minutos hasta mi casa. Estaba escuchando música; siempre escucho música. Ya tenía el llavero en la mano, no vaya a ser cosa que eso me saque tiempo; siempre estoy apurada, aunque nunca necesito ir a algún lado en particular. Me bajé y caminé las cuatro cuadras, a paso rápido; siempre voy rápido. Mientras esperaba en el ascensor, escuchando ese tema que tanto me gusta, me surgieron esas ganas de tocar el piano. No sabía si me acordaría algo, o si de verdad podría tocarlo, hacían ya varios meses que no tocaba una sola nota. Sin embargo, era uno de esos momentos en que necesitas hacerlo, no querés hacer otra cosa. Abrí la puerta, dejé el llavero junto al abrigo, la cartera en la mesa, las botas de lluvia en el piso y fui directo al living. El piano color café, algo gastado, estaba allí. Levanté la tapa, resoplé el poco polvo que se apoyaba en las teclas y me senté en el silloncito aterciopelado marrón. Dejé que mis dedos recorrieran las teclas, reconociéndolas una por una. Y, sin siquiera pensarlo, me encontraba tocando la pieza que más me gustaba en aquellos momentos que solía tocar el piano constantemente. Me entregué al piano, a la melodía, a lo que mis dedos me guiaban; era casi involuntario. Impresionante lo que sabía sin saber que lo hacía. No necesitaba nada más que la melodía que poco a poco iba reproduciendo para saber que tenía que estar ahí, era ese momento lo que precisaba. Ese sentimiento de plenitud que encontré; la delicadeza de los dedos sobre las teclas y el pie sobre el pedal.
Title: Alicia Keys

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